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 Iré añadiendo entradas que considere importantes en esta segunda etapa para mi de publicaciónes. 



lunes, 13 de enero de 2014

Los demonios mayas, ¿solares?, Hermes Trimegistos Thoth y Drúnvalo Melchizedec; recordando algo del 2012. RUMBO AL EQUINOCCIO 2014.

He querido juntar aquí dos entradas y un video corto que guardan relación a mi manera ver; las textuales están tomadas del mismo libro de Drúnvalo melchizedek de dos fuentes, pero que parecieran que no, porque un fragmento que agrego recuerdo lo retomé de un documento o libro on line leído en la web? y pareciera no coinciden - fráncamente ya no recuerdo (VER ENTRADA ORIGINAL: La sombra del antiguo sacrificio). 

De pronto recordé aquellas "aprensiónes e incertidumbres cósmicas" del 2012 jaja!, ahora me río ¡porque "no se acabó el mundo"! 



¡2014!

aunque es un decir (y no porque "se acabe o no el mundo") los acontecimientos cósmicos siguen su curso inexoráble desde otra medida no lineal de tiempo "hoy"... si, ese "antes y después de..." eran tiempos de cuando me embebía en lecturas de información maya referentes al tan esperado 2012 y leia leia... recuerdo cuando narra Drúnvalo su paso por Palenque Chiapas y hasta creí reconocer en que hotel se había hospedado de qué calle y que también había yo pasado ahí algunas noches... cuando tuvo la experiencia de ver aquel enorme ojo de 2 metros de ancho flotándo en su habitación... - por supuesto para ser realistas no creo haberle atinado, pero mejor vayan a la lectura del libro si desean al final (las dos versiones guardadas que menciono).


“Por eso, después de contemplar el sol del equinoccio de primavera salir a través del templo de piedra de Dzibilchaltún, nos dirigimos a su cenote, un precioso estanque en el límite de la selva. Nos reunimos alrededor de las ruinas de piedra que se encuentran junto a él y celebramos un servicio improvisado, meditando en favor de los mayas, de nuestro viaje y por la sanación de la guerra de Irak, que había estallado exactamente la noche anterior a nuestra búsqueda. Resulta interesante señalar que los mayas habían establecido aquella fecha para la Ceremonia por la Paz Mundial dos años y medio antes.”

Tras la ceremonia, los guardianes de la antigua calavera de cristal que yo había sostenido junto a mi corazón colocaron el sagrado objeto sobre una tela que cubría un saliente de
piedra y nos permitieron a todos tocarla y sentir su poder.
De repente, una fuerte y horrible manifestación de energía oscura intentó entrar en nuestro círculo haciéndose con el control del cuerpo de una de las mujeres del grupo. Era
la misma mujer a través de la cual se había manifestado en Labná. La mujer en la que había penetrado la entidad levantó la calavera de cristal por encima de su cabeza y, con todas sus fuerzas, intentó estrellarla contra el enorme saliente de roca sobre el que estaba colocada. Tres hombres, conducidos por Lionfire, la agarraron para arrebatarle la calavera. El forcejeo duró varios minutos, pero al final la calavera sobrevivió. La mujer echaba espumarajos de furia mientras la entidad se movía por su interior.
pág. 132



los cenotes mayas, algunos, ¿o todos? eran habitados por entidades oscuras que adoráron O TEMIERON los mayas... 

¿los dioses solares se movilizan desde sus esferas, o es Nibiru?...

Como saben los regularmente enterados (incluyéndome) Drúnvalo Melchizedek, tuvo su primer acercamiento con Thoth via mental-espiritual diría (visión psíquica) en canadá?... cuando se le presentó y de ahí en adelante tuvo comunicación e información regulares derivadas de sus contactos, pero debemos de recordar también que Thoth... era el mismo Hermes Trimegistos!, el "tres veces grande"... allá en egipto. 

Bueno, comienzo por un texto extraído del libro "Serpiente de luz después de 2012":



la energía de la kundalini o fuego serpentino era despertada antiguamente y hasta hoy, manejando tantras yogas... rojo, negro verde... entre la magia sexual y otras iniciaciónes místicas y otras la verdad nada místicas ni auténticas; la kundalini en las chacras se desenrollaba ascendente como la espiga doble serpentina también de nuestro ADN , LOS CÓDIGOS SOLARES. (NOTA MÍA).

"Miré mi reloj. Faltaban cincuenta y cinco segundos antes de que la piedra fuera depositada en el agujero sagrado de Egipto. Me volví hacia mi novia, pero ella no estaba allí. El tiempo y el espacio no significaban nada para ella en ese momento. Había accedido a un lugar en su cuerpo que sólo ella, en todo el mundo, podía entender. En mi cabeza comenzó una silenciosa cuenta atrás. No pude evitarlo. No podía imaginar lo que estaba sucediendo.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno..., ahora."

Mi novia, evidentemente, no podía saber con exactitud cuándo llegó aquel segundo concreto, pero en ese preciso instante todo cambió.

Ella había estado de rodillas, sentada sobre sus muslos, pero en el momento en que llegó la energía de la ceremonia una expresión de asombro se extendió por su cara. Todo su cuerpo respondió dejándose caer más cerca de la Tierra. Y, a continuación, otra onda de energía pasó a través de ella. Y otra más. Era evidente que estaba viviendo una experiencia de gran intensidad, y para mí, como hombre que la observaba, era también una experiencia sexual.

Yo sabía de lo que iba aquella ceremonia, pero hasta que no la vi y sentí lo que ella estaba sintiendo no me di cuenta realmente del poder del cambio sexual a ese nivel.

Se tumbó sobre la Tierra, abrió las piernas todo lo que pudo y emitió un quejido que brotó desde las profundidades de su reducto secreto y escondido. Sonó casi como un grito de dolor, pero se trataba de algo mucho más primitivo. Había entrado en una región de sexualidad en la que era totalmente masculina, y por primera vez en su vida conoció el impulso de desear unirse a una mujer hermosa. Su sexualidad normal había desaparecido, siendo reemplazada por una realidad que, según me contó después, sólo había existido en sus fantasías, pero en aquel momento era real. Era real en el ámbito de la energía corporal.

De pronto, y a la misma velocidad con que la había inundado aquella experiencia, una nueva ola de energía penetró en su cuerpo y la hizo cambiar involuntariamente de posición. Se agarró a la Tierra y gimió aún más fuerte hacia el Padre Sol, que se encontraba directamente por encima de ella. Su sexualidad se había mudado al polo opuesto. Ahora era completa y totalmente femenina, y deseaba ser penetrada tan hondo como fuera humanamente posible. Todo lo que podía decir era:

— Dios mío. Te amo —las palabras iban dirigidas a alguien que sólo ella podía ver.

Entonces otra onda de energía la inundó y volvió a ser hombre. Pero en esta ocasión había algo de mujer mezclado con todo aquel deseo masculino. 
Cada vez que la energía de la Madre penetraba en su cuerpo, entraba en la polaridad sexual contraria, pero se iba acercando más al equilibrio. Como un péndulo que oscilase de un lado al otro, su sexualidad continuó cambiando de una ola de energía a otra, hasta que finalmente alcanzó un lugar cercano al centro.
Cuando la energía se estabilizó, al cabo de una media hora, ambos supimos que aquella experiencia la había cambiado para siempre, a ella y a la Tierra.

En el futuro de este querido planeta, las hembras iban ahora a ser alteradas muy ligeramente, para quedar más centradas en su sexualidad femenina, pues los últimos trece mil años de dominación masculina las habían arrastrado en exceso hacia el mundo de la experiencia masculina. Ahora las hembras estarían preparadas para los cambios que iban a tener lugar en el futuro, unos cambios que no podrían haber experimentado y que no hubieran sido capaces de absorber mientras permanecieran atormentadas por el desequilibrio sexual de los tiempos modernos. Sólo era el principio, pues lo que realmente había cambiado era la Red de Conciencia de Unidad sobre la Tierra. Esa red era el futuro de la humanidad, y este futuro estaba a punto de hacerse completamente dependiente de las mujeres de todos los países, culturas y religiones que la humanidad ha creado desde su mente.

La precesión de los equinoccios estaba a punto de entrar en un nuevo ciclo de trece mil años, pero en esta ocasión conducido por la sabiduría femenina que todas las mujeres han guardado en un pequeño reducto secreto del interior de sus hermosos corazones femeninos. Sin ese amor incondicional, la humanidad estaría a merced de las limitaciones mentales que los hombres han construido en los últimos trece mil años para protegernos.

Esta protección fue necesaria en el pasado, pero ahora constituye el mayor impedimento para la supervivencia, para la expansión de nuestra consciencia y para la ascensión de la raza humana hacia un nuevo mundo de luz.
Doy gracias a Dios por el corazón femenino. Siempre ha sido así. Los hombres nos protegen cuando entramos en la parte oscura del ciclo, y las mujeres nos conducen de vuelta a la luz cuando el Gran Ciclo vuelve hacia el centro de la galaxia.

Mi novia yacía desfallecida sobre el suelo, con todos y cada uno de sus músculos agotados. Acababa de experimentar el orgasmo más asombroso e inusual de su vida, y al hacerlo había salvado a la humanidad.

Inicia pág. 82 a 84 CAPÍTULO IX (arriba).


" Habíamos estado manteniendo una cuidadosa vigilancia para proteger al grupo contra aquella entidad. Sabíamos que estábamos en su casa. Aquella era la entidad que había penetrado en la consciencia maya cuando ésta se encontraba en la cima de su cultura y la había transformado, sustituyendo el amor y la belleza por los sacrificios humanos y el miedo. Sabiendo esto, Lionfire había estado protegiendo de cerca la calavera. Sin embargo, tuvo que echar mano de toda su fuerza y de la de otros dos hombres para evitar que aquel inestimable objeto sagrado fuera dañado.

Ahora sabíamos lo fuerte y decidida que era aquella energía. "
página 131


Ahora voy con la otra parte:


La sombra del antiguo sacrificio

" Cuando comencé a conectarme telepáticamente con las entidades que se encontraban en el interior de la mujer, me di cuenta de que eran varias, pero dos de ellas formaban en realidad una sola, y esta entidad de dos en uno era extremadamente poderosa. Estaba conectada con el mundo maya y con las antiguas ceremonias sacrifícales. ¡De hecho, esta entidad y su deseo de crear el cáos habían sido en realidad la fuerza que yacía tras la práctica maya de los sacrificios humanos! "
Esta entidad doble vivía no sólo en la mujer que estaba delante de mí, sino también en otros sesenta habitantes de las tierras mayas, en su mayoría pertenecientes a esa cultura. Estaba entrelazada e integrada en la propia tierra. La entidad sabía por qué habíamos ido allí y su función era impedirnos que liberáramos a los mayas que vivían en el interior de la Tierra. Su intención era evitar que restauráramos el equilibrio.
Llamé al arcángel Miguel y construí la pirámide octaédrica dorada alrededor del cuerpo de la mujer, con el propósito de que contuviera a las entidades salientes y sirviera como ventana dimensional para enviarlas de regreso al mundo para el que Dios las creó en origen.
A mi modo de ver, la retirada de una entidad no es un asunto de fuerza, sino de compasión y comunicación. Según mi experiencia, una vez que los espíritus se dan cuenta de que los estamos devolviendo a su mundo, en el que pueden cumplir su propio objetivo sagrado, suelen cooperar.
Desde luego, no luchan. En realidad, suelen asemejarse más a niños perdidos que a demonios en busca de destrucción.
Pero aquello formaba parte del pasado. Yo tenía una lección que aprender.
Los espíritus más pequeños se sintieron de verdad agradecidos por la oportunidad que les dábamos de regresar a su casa, y tal y como había sucedido en mis experiencias previas se fueron sin dar problemas. Pero los dos últimos, los que formaban la entidad doble, se negaron a irse. Todo el cuerpo de la mujer se retorcía y se hinchaba a causa de su resistencia. No cedían.
El papel que habían representado en las antiguas ceremonias sacrifícales mayas y su apego a la tierra y a los mayas eran demasiado fuertes y generales como para que renunciaran a ellos.
Durante siglos habían hecho que los mayas hicieran cosas que los propios mayas sabían en el interior de sus corazones que estaban mal. Finalmente no tuve más remedio que emplear la fuerza. Era algo que nunca había hecho con anterioridad.
Utilizando mi Mer-Ka-Ba, mi cuerpo humano de luz, y el poder y la fuerza del arcángel Miguel, empezamos a emitir una serie de ondas de energía que debían enfocar las energías de la entidad dual hacia la ventana dimensional del octaedro, lo que las sacaría de este mundo y las llevaría al su yo propio, dondequiera que éste estuviera.
¡Aunque se resistieran, si lo lográbamos, para ellas sería como ir al cielo!
Al principio, la parte más débil de las dos fue succionada hacia el vórtice, con una obstrucción tremenda. Una vez conseguido esto, la otra parte del espíritu, la más fuerte, era la que nos quedaba por eliminar.
Pero finalmente, mediante una mayor aplicación de poder y fuerza, el espíritu, que seguía resistiéndose, salió por el estómago de la mujer y comenzó a entrar despacio por la ventana dimensional.
En el momento exacto en que la entidad abandonó el cuerpo, el Mundo Exterior respondió desde el poder de este espíritu y su conexión con la Tierra. A unos treinta metros de distancia del lugar en el que nos encontrábamos, dos cosas sucedieron de forma simultánea. Los árboles que estaban a la derecha de la mujer, en una pequeña zona circular de unos seis metros, comenzaron a agitarse con fuerza. Una rama enorme se rompió y chocó contra el suelo.
A la izquierda, y a la misma distancia, otro grupo circular de árboles, con troncos de un palmo de diámetro, empezaron también a agitarse violentamente. Era como si un bulldozer estuviera junto a sus bases intentando arrancarlos. Aunque resultaba imposible, pues no hacía nada de viento, la mayoría de ellos se rompió por abajo y cayó sobre un viejo Volkswagen, aplastando por completo el techo y el maletero.
En el instante en que el espíritu abandonó a la mujer, yo pude «ver» que los otros mayas que estaban conectados con aquellos espíritus, así como las propias tierras mayas en un espacio de cientos de kilómetros a la redonda, se aclaraban repentinamente. Fue como si hubiera desaparecido en un instante un gigantesco huracán.
Ya había terminado todo. Ya estaba todo tranquilo.
PAGINAS 113-114, SERPIENTE DE LUZ DESPUES DE 2012, Drunvalo Melchizedek. la otra referencia de las páginas anotadas por mi no las encontré en esta versión.

Drúnvalo Melchizedec

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Aquí parte del mismo tema en una entrada copiada de otro sitio:

Y ahora el lado oscuro: sólo una ilusión

Cuando todo el mundo se retiró a descansar en espera de la gran ceremonia y celebración del equinoccio, me llegó el momento de enfrentarme al problema de la entidad que habíamos observado en la primera ceremonia de Labná y aquella mañana con la calavera de cristal en Dzibilchaltún. Tenía que hacerlo antes de que participáramos en la ceremonia del día siguiente en Chichén Itzá. En caso contrario, aquella energía podría interferir con todo lo que estábamos intentando conseguir. No podíamos ignorarla.

 En mi opinión, lo que sucedía era que aquella mujer, una de las integrantes de nuestro grupo en aquel viaje, había sido atacada por un espíritu o varios, cuya intención era perturbar lo que hacíamos de todas las formas posibles.
 Nos reunimos los directores (Diane Cooper, Lionfire, nuestro guía del viaje, Humberto, y yo mismo) y estuvimos de acuerdo en que debíamos solucionar la situación antes de irnos a la cama, dado que al día siguiente íbamos a empezar muy temprano.
 Sin embargo, ¿dónde podíamos llevar a cabo la sanacion? Yo sabía por experiencia que lo más probable era que la mujer gritara cuando la entidad abandonara su cuerpo, y no se puede tener a una mujer chillando en un hotel. Alguien podría llamar a la policía. ¿Qué podíamos hacer?
 Le preguntamos a Humberto si conocía algún lugar al que pudiéramos ir, y él nos sugirió una zona cercana al aparcamiento del hotel. No era privada, pero decidimos que pondríamos allí nuestra furgoneta y llevaríamos a cabo la sanacion dentro de ella. Si la mujer gritaba, el sonido quedaría amortiguado.
 Finalmente todo quedó organizado. La mujer se tumbó voluntariamente sobre el asiento central de la furgoneta. Dos personas de nuestro grupo se quedaron fuera, por si se acercaba alguien, y otros dos entraron en la furgoneta por si hacía falta ayuda.

 La sombra del antiguo sacrificio

 Cuando comencé a conectarme telepáticamente con las entidades que se encontraban en el interior de la mujer, me di cuenta de que eran varias, pero dos de ellas formaban en realidad una sola, y esta entidad de dos en uno era extremadamente poderosa. Estaba conectada con el mundo maya y con las antiguas ceremonias sacrifícales. ¡De hecho, esta entidad y su deseo de crear el caos habían sido en realidad la fuerza que yacía tras la práctica maya de los sacrificios humanos!
Esta entidad doble vivía no sólo en la mujer que estaba delante de mí, sino también en otros sesenta habitantes de las tierras mayas, en su mayoría pertenecientes a esa cultura. Estaba entrelazada e integrada en la propia tierra. La entidad sabía por qué habíamos ido allí y su función era impedirnos que liberáramos a los mayas que vivían en el interior de la Tierra. Su intención era evitar que restauráramos el equilibrio.

Llamé al arcángel Miguel y construí la pirámide octaédrica dorada alrededor del cuerpo de la mujer, con el propósito de que contuviera a las entidades salientes y sirviera como ventana dimensional para enviarlas de regreso al mundo para el que Dios las creó en origen.
 A mi modo de ver, la retirada de una entidad no es un asunto de fuerza, sino de compasión y comunicación. Según mi experiencia, una vez que los espíritus se dan cuenta de que los estamos devolviendo a su mundo, en el que pueden cumplir su propio objetivo sagrado, suelen cooperar. Desde luego, no luchan. En realidad, suelen asemejarse más a niños perdidos que a demonios en busca de destrucción.
 Pero aquello formaba parte del pasado. Yo tenía una lección que aprender.
 Los espíritus más pequeños se sintieron de verdad agradecidos por la oportunidad que les dábamos de regresar a su casa, y tal y como había sucedido en mis experiencias previas se fueron sin dar problemas. Pero los dos últimos, los que formaban la entidad doble, se negaron a irse. Todo el cuerpo de la mujer se retorcía y se hinchaba a causa de su resistencia. No cedían. El papel que habían representado en las antiguas ceremonias sacrifícales mayas y su apego a la tierra y a los mayas eran demasiado fuertes y generales como para que renunciaran a ellos.    Durante siglos habían hecho que los mayas hicieran cosas que los propios mayas sabían en el interior de sus corazones que estaban mal.
 Finalmente no tuve más remedio que emplear la fuerza. Era algo que nunca había hecho con anterioridad.
 Utilizando mi Mer-Ka-Ba, mi cuerpo humano de luz, y el poder y la fuerza del arcángel Miguel, empezamos a emitir una serie de ondas de energía que debían enfocar las energías de la entidad dual hacia la ventana dimensional del octaedro, lo que las sacaría de este mundo y las llevaría al suyo propio, dondequiera que éste estuviera.
 ¡Aunque se resistieran, si lo lográbamos, para ellas sería como ir al cielo!

 Al principio, la parte más débil de las dos fue succionada hacia el vórtice, con una obstrucción tremenda. Una vez conseguido esto, la otra parte del espíritu, la más fuerte, era la que nos quedaba por eliminar.
 Pero finalmente, mediante una mayor aplicación de poder y fuerza, el espíritu, que seguía resistiéndose, salió por el estómago de la mujer y comenzó a entrar despacio por la ventana dimensional.
En el momento exacto en que la entidad abandonó el cuerpo, el Mundo Exterior respondió desde el poder de este espíritu y su conexión con la Tierra. A unos treinta metros de distancia del lugar en el que nos encontrábamos, dos cosas sucedieron de forma simultánea. Los árboles que estaban a la derecha de la mujer, en una pequeña zona circular de unos seis metros, comenzaron a agitarse con fuerza. Una rama enorme se rompió y chocó contra el suelo.
 A la izquierda, y a la misma distancia, otro grupo circular de árboles, con troncos de un palmo de diámetro, empezaron también a agitarse violentamente. Era como si un bulldozer estuviera junto a sus bases intentando arrancarlos. Aunque resultaba imposible, pues no hacía nada de viento, la mayoría de ellos se rompió por abajo y cayó sobre un viejo Volkswagen, aplastando por completo el techo y el maletero.
 En el instante en que el espíritu abandonó a la mujer, yo pude «ver» que los otros mayas que estaban conectados con aquellos espíritus, así como las propias tierras mayas en un espacio de cientos de kilómetros a la redonda, se aclaraban repentinamente. Fue como si hubiera desaparecido en un instante un gigantesco huracán.
 Ya había terminado todo. Ya estaba todo tranquilo.
 Las tierras mayas eran libres de nuevo. Y una vez más, aquella mujer estaba sola en su cuerpo.
 Ahora nuestro grupo estaba preparado para la Ceremonia del Corazón que se iba a celebrar al día siguiente en Chichén Itzá, una ceremonia que hace mucho tiempo predijo el pueblo maya y su calendario: un grupo de ancianos indígenas junto con personas de todos los rincones de la  Tierra rezando como Uno Solo para que el mundo encontrara la paz.

FUENTE




Referencias:
- si desean ver el paginado para ubicar las referencias citadas arriba, descarguen el archivo en pdf de Gran Hermandad Blanca;


Ultimo Libro de Drunvalo Melchizedek – Serpiente de Luz – Despues del 2012

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